sábado, 12 de enero de 2008

Estamos de luto...


Se ha ido. Y era obligado darle las gracias y dedicarle, modestamente, el día. E incluso el año o la vida. Angel G. era el último testimonio de una vida dedicada a la palabra, el último testimonio de la palabra poeta, de la palabra poesía en toda su vasta inmensidad. A cuantos leemos y escribimos y pensamos que la literatura es también un modo de revolución, algo se nos apaga dentro, un vacío nos queda. Descanse, pues, en paz, poeta D. Angel González. Con inmensa admiración y gratitud, eternamente, el más fuerte de los abrazos vaya para donde estés, compañero. "Ya nada ahora".

"Largo es el arte, la vida en cambio
corta, como un cuchillo
pero nada ya ahora.

-ni siquiera la muerte, por su parte
inmensa, 

podrá evitarlo:
exento, libre, 

como le niebla que al romper los días
los hondos valles del invierno exhalan, 

creciente en un espacio sin fronteras, 

este amor ya sin mi te amará siempre".

1 comentario:

Jenny jirones dijo...

Juan Gelman leyó hace ya más de diez años este poema en un recital en el que los dos nos hicieron soñar un poco, sentados sobre las tablas de una carpa valiente, en la semana negra, cuando era la primera vez para casi todo, y ellos tenían la bondad de compartirse.

Morimos todos, es cierto.