Permanecimos silenciosos junto al brasero hasta muy entrada la noche. Comprendía yo, nuevamente, qué sencilla y frugal es la felicidad: un vaso de vino, una castaña, un mísero braserillo y el rumor del mar. Nada más."]
de Alexis Zorba, el Griego, de Niko Katzantzakis.
Hace muchos, muchos, muchos años que espero esta novela. A día de hoy, y gracias a su luz -esa indispensable-, descansa en mis anaqueles y disfruto, como entonces, con la isla de Creta.
1 comentario:
Al fin la tienes... Habrá que celebrarlo, Poeta. Nos debemos una comilona, abrazos, vinos y tanto que contar!
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