también el mundo a oscuras es un paisaje
hermoso. Negros y de sombra
caballos galopando
sobre la ruta fértil de tu espalda
trotan. Ladran
los mastines y bajan con sus cetros
dioses candeales
de pan y carne y agua
desde la tarde en ciernes, madres
que alimentan con pechos manantiales la edad
de su simiente.
Contempla el mundo aquí, como una piedra
enorme
que gira entre la niebla:
de corazón y sangre y pulso. Y
azucenas.
1 comentario:
Y volvió el poeta... ¿el regreso a los bares con el cantautista para cuándo? ;)
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